Antonio Barba es un sanluqueño que ha hecho de su curiosidad virtud. Bueno, lo lleva haciendo décadas -al menos cuatro- en las que se ha volcado en descubrir detalles de algunos momentos de la historia de esta ciudad, incluidas las efemérides sean o no de interés para las masas. Buceando en archivos y navegando por internet ha dedicado millones de horas a desentrañar curiosidades, ni más ni menos, de la historia, que de eso, de la historia, ya se encargan, como él mismo indica siempre, los expertos investigadores e historiadores. Así, que sin competir ni mantener una pugna con ese siempre encontradizo sector, Antonio Barba ha desenterrado algunas cosas de interés que rodean a algunos de lo acontemientos más importantes, como la primera vuelta al mundo, por ejemplo.
Hace unos días, en la bodega Monte de Piedad, Antonio Barba explicó algunas de esas pinceladas de la historia que lleva más de 30 años recopilando, en principio, según dijo, para hacer un articulo para el premio liteario del Ateneo de Sanlúcar. Al final no llegó a presentarlo, pero sí se empeñó, como alguno más haría años después, en apostar por la importancia del V Centenairo y pidió en su momento algún monumento conmemorativo de la hazaña de Elcano ante las autoridades municipales, una petición que se quedó dando vueltas por los cajones.
Como su afán no es el de disputar a los historiadores un ápice de terreno, sí se atrevió con aspectos curiosos entorno al viaje y a sus protagonistas, como el hecho de que Elcano y Pigaffeta tengan dos calles cada uno en Sanlúcar, entre otros.
En su disertación también abogó por determinados asuntos que considera poco cuestionables, como que la escuadra estuvo en Bonanza, refiriéndose a las palabras de Pigaffeta al indicar que iban todos los días a misa a Nuestra Sra de Barrameda, la iglesia de los Jerónimos que había frente al cuartel de la guardia civil, o la referente a otra disputa, de dónde salió y adónde llegó la armada del Maluco, “y con un poco de cordura nos damos cuenta. Salieron de Sevilla sin capitanes, que lo dice Pigaffeta. Una armada no sale oficialmente sin sus capitanes. Salió de Sanlúcar y llegó aquí, el primer puerto castellano en el que atracó”, dijo.
Habló de Pigaffeta, de lo poco que se sabe de la vida que hicieron aquí los marinos antes de zarpar, y de las referencias a la ermita de Barrameda y a su relación con los templarios.
Dedicó gran parte de sucomferencia al papel de los sanluqueños que participaron en la expedición: defendió que eran cuatro, basándose en documentos del Archivo General de Indias. Ninguno regresó. Es posible que hubiese alguno más ya que de muchos de los que fueron en la flota no se cita la procedencia.
Y termino refiriéndose a la leyenda de la historia de la nao Victoria abandonada en la playa de Sanlúcar para que todos recordaran el viaje. Una leyenda, no más, dijo Antonio Barba, que de forma amena introdujo a los presentes en esas curiosidades que rodean a uno de las aventuras más importantes del hombre.